Una pesadilla. Andy tiene dinero de familia pero su liquidez es limitada y no quiere pedírselo a sus padres. Vamos, una camiseta con actitud que puedes tener por solo 3 euros. Andy la deja en su ‘suite’ del Península, le pide que duerma, que descanse, que pida algo de comer. Ordena la venta de acciones y bonos del Tesoro, saca todo lo que tiene a interés fijo, pero aún así se queda corto.