La moda africana llegó a influir en la europea en los años 1960, como en Yves Saint Laurent, creador del traje de safari, así como de prendas con estampados africanos y versiones europeas de túnicas, chilabas, caftanes y turbantes. La moda constructivista buscó una línea de prendas sencillas y utilitarias, con una estrecha relación entre diseño y tecnología.